Birrita, no pasa un día en el que no te recordemos. Y es que llegaste a casa protegiendote de tu vida anterior. Nos demostraste que con amor todo puede cicatrizar, hasta el maltrato. Te dimos lo mejor y nos lo devolviste con creces, pues nos dabas un cariño muy muy especial. Tenías un carácter tan especial.

No sabes cómo duele no tenerte y ver como Revan sigue buscándote. De hecho, le cuesta no dormir abrazada a ti y busca consuelo en nosotras. La casa no es igual sin ti. A veces es inevitable que se nos salten las lágrimas al pensar en ti, pero también se nos escapan muchas sonrisas. Supongo que sabes que tienes un hermanito nuevo, pero queremos que sepas que eres y serás irremplazable. Él especial, pero tu también. Además tiene algo de ti.

Lo pequeña que eras y el vacío que nos dejaste al partir al arcoiris. Nos consuela saber que allí ya no sufres y descansas tranquila. Sé feliz y gracias por tantos recuerdos. Nos veremos algún día, pequeñaja.

Te queremos.