Ya pasó cariño, mi nena, mi Tara.. siempre tuviste la salud muy frágil pero salías de todo lo que tenías. En lo valiente y luchadora que siempre fuiste tu cuerpecito ya no pudo más, 16 años juntas has sido la alegría de la casa, cuántos besos y abrazos, cuanto amor nos has dejado, que buena y dulce eras. El dolor y la tristeza es muy grande, tu ausencia.. sabía que nos iba a doler pero está siendo muy triste no verte, no tenerte.
Te echamos mucho de menos y la despedida fue muy dura pero gracias a la vida fue digna porque te mereces todo lo bueno. Ahora eres un ser de luz, siento que nos proteges y cuidas desde donde te encuentras. Ya puedes ver, corretear y jugar sin que te duela nada en el cielo de los seres más nobles. Te queremos mucho, no pasa un día sin echarte de menos mi niña.